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Una sátira disparatada sobre el despiadado poder del dinero del Premio Nobel Dario Fo llevada a escena por primera vez en nuestro país de la mano de tres grandes de las Artes escénicas: Esteve Ferrer en la dirección, Juanjo Llorens en el diseño de iluminación y Ana Garay en el de escenografía.
Escrita al más puro estilo de las grandes comedias de este autor, en el que mezcla lo cómico y lo grotesco, al límite del clown, la obra discurre como una hilarante comedia negra, en la que, mediante el juego del equívoco y la confusión, va dando forma a unos personajes y situaciones al límite del absurdo.
Cuenta la historia de un enloquecido secuestro en el que todo se trastoca, porque la secuestrada es mucho más lista de lo que se podía suponer y los secuestradores mucho más torpes e ingenuos de lo que se podía esperar. Tres hombres son contratados para secuestrar a una rica banquera con el fin de cobrar un rescate para ellos y para el misterioso sujeto que los ha empleado. La situación se complica aún más cuando la madre de la secuestrada acude en su ayuda y aparece en escena un inoportuno y estrafalario cura. En esta trama las cosas no son lo que parecen, y casi todos los personajes tienen un doble juego. ¿Quién está realmente al mando de la situación? ¿Quién planeó el secuestro y contrató a los secuestradores? ¿Será la protagonista capaz de salir airosa de tan enloquecido secuestro? El público tendrá que ir resolviendo estas incógnitas, si las risas continuas se lo permiten, ante este cóctel burbujeante aderezado por Fo, y agitado por Esteve Ferrer, con un ritmo trepidante, situaciones llenas de giros inesperados, de continuos gags cómicos, de acción… y de sorpresas.
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Partiendo de una noticia publicada en la prensa de EEUU que daba cuenta de cómo un alto ejecutivo había aparecido muerto en su casa, achicharrado en una cabina de rayos UVA, cuando supuestamente estaba de vacaciones, Miguel Murillo plantea esta comedia que, con el Humor como antídoto, conecta de lleno con una realidad que nos golpea…, a la mayoría.
SINOPSIS:
Dos personajes, marido y mujer, deciden encerrarse en su propia casa para hacer creer a todos que están pasando un mes de vacaciones en el Caribe. El marido ha perdido su empleo y todo su mundo acomodado se tambalea, pero no está dispuesto a dejar que los demás piensen que es un perdedor. El encierro será duro, lleno de tensiones entre los personajes, de situaciones cada vez más al límite. Nada puede hacer sospechar que hay alguien dentro de la casa, pues el más mínimo indicio daría al traste con sus planes. Sin agua, sin luz, sin TV ni teléfonos, intentarán sobrellevar, evitando perder la cordura, el cada vez más insoportable encierro que se han impuesto.
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